En la noche del lunes, Instituto y Barracas Central igualaron en un encuentro escaso de situaciones de gol y sobre todo con pocas intenciones de juego, mucho tienen que ver los DT’s que se enfrentaban.

Difícil elegir una figura del partido, cuando no hubo ningún jugador que destacó por encima de los otros. Quizás si es por situaciones claras de gol, el que se queda con el galardón es Lucas Rodríguez, sí el lateral izquierdo albirrojo, tuvo dos palos que le impidieron el grito sagrado.

Uno en la primera parte, de volea después de un córner. Cuando ya se había vencido Desábato, arquero de la visita, el tiro cruzado impactó en el poste derecho y recorrió la línea de fondo.

En la segunda parte, se iba mano a mano Lucas Albertengo, el “1” del Guapo salió tarde y le cometió falta al delantero. Tarjeta amarilla como lo indica el reglamento, bien Dóvalo en esta, pese a que todas las jugadas chiquitas fueron para los bonaerenses.
Tiro libre al borde del área para un zurdo, la agarró el “15” para hacerse cargo nuevamente de buscar el grito de gol glorioso; le dió por arriba de la barrera, se metía al ángulo; pero impactó en el travesaño, picó en la línea y salió. Una vez más, el caño le impedía el gol al lateral izquierdo.

No hubo mucho más que eso, jugadas aisladas por ambos lados.

Si hay que rescatar que los inadaptados de siempre volvieron a llevarse la fiesta, en lo que iba a ser un minuto ’19:18′ de festejos por el aniversario del ascenso, hubo cruces entre barras, golpes de puño y hasta corridas en la popular sur.