A las 4 de la madrugada, la cámara de seguridad en el celular de una de las encargadas de la sala cuna advirtió un movimiento en el interior del lugar. Un delincuente entraba “cuerpo a tierra” en el instituto en Barrio Argüello.

Silvia Vidal, encargada, expresó en El show del lagarto que a través de la aplicación de la cámara “Empiezo a ver al delincuente arrastrándose y robando como una rata pañales, leches, insumos, mercadería”.

Este es el séptimo robo en un mes “Nuestra sala no tiene estufas eléctricas para calefaccionar a los niños porque también se las roban”, lamentó. De hecho, ya arrancaron hasta los ventiladores que estaban colgados en las paredes. En otra entradera reventaron la traba de la reja”.

“Son adultos conscientes de lo que están haciendo y del daño que están produciendo a un espacio fundamental para toda la comunidad”, planteó. En ese sentido, remarcó que la sala cuna es un espacio fundamental para las mamás que trabajan y estudian, ya que “pagar las guarderías privadas es imposible”.

 “Quiero pensar que no son familiares, confío en que no es así, sería muy triste pensar que al que estamos ayudando nos está robando”, cerró preocupada.