En Argentina se encuentra atravesando por fríos y a esto se le suma la falta de gas. Esto llevo que el Gobierno nacional interrumpiera los suministros energéticos a las empresas y priorizar a los usuarios residenciales.

“Cuando no tenés plata asumís mayores riesgos, pero no se justifica lo que ocurrió. Ahora entre los barcos que hay que comprar y el gasoil para las centrales, son 1300 millones de dólares a desembolsar. El gasoducto lo terminaba con 300 millones de dólares”, diferenció Emilio Apud, exsecretario de Energía.

“Lo grave del gasoducto es que se pagó el doble de lo que costaba por la urgencia. Se justificaba si funcionaba desde mayo del año pasado. Hay que recordar que, en 2019, cuando se estaba por ir Macri, se iba a licitar para que la obra la haga el sector privado. Terminó en manos públicas y gente inexperta quedó a cargo”, recordó.

Y explicó: “Ahora, el pico de demanda obligó a cortar los suministros interrumpibles. Por eso algunas empresas se vieron afectadas. Hasta 2003 no teníamos estos problemas, cuando comenzó la intervención empezaron los problemas”.