El nuevo presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Carlos Luis Pirovano, ordenó medidas drásticas.

Se prevé que no se renovarán contratos de 140 trabajadores, ni habrá más apoyos institucionales, ni a las provincias.

Las medidas son para reducir gastos del organismo y cumplir asi con el “Plan Motosierra”, quien el funcionario había adelantado semana anterior tras reuniones con delegados de ATE y representantes de diferentes entidades de directores, productores y técnicos del sector.

La resolución 2024-16, que refiere a la “suspensión de erogaciones económicas en el marco de la racionalización de recursos”, la cual no renovara o dará como finalización anticipada, la cual en su mayoría vence en marzo.

Pirovano –un economista, pretende que el Instituto limite sus actividades al fomento audiovisual y que además se hagan menos películas, más grandes y con mayor llegada comercial. 

El plan incluye también recortar el apoyo a los lanzamientos y las ayudas para viajes a festivales del exterior.

El funcionario asegura que el INCAA está sobredimensionado y gasta demasiado. En 2023 tuvo ingresos por 13.537 millones de pesos, de los cuales 9.458 millones (casi el 70%) provinieron de los aportes de los canales al Enacom y el 30% (4.037 millones) corresponde al impuesto del 10% que cada espectador paga cuando compra una entrada al cine. Los restantes 42 millones son por un negocio ya casi en extinción: el 10% a la compraventa y alquiler de videos.

las entidades del sector apuntan a que las compañías multinacionales de streaming (Netflix, Prime Video de Amazon, Apple TV+, Disney+, Max de Warner Bros. Discovery y Paramount+, entre otras) aporten, como ya ocurre en otras partes del mundo, al Fondo de Fomento para que los recursos aumenten y no, como ocurre por estos días, se jibaricen con el riesgo concreto de que el INCAA prácticamente quede paralizado y dejen de funcionar la mayoría de sus áreas.